lunes, 9 de junio de 2008

... sobre el olvido y la indiferencia



"Dónde, en qué momento,
en qué palabra se deja de querer
y dónde, en qué lugar, por qué razón,
se deja de sentir."


Eso me pregunto yo... pero no sólo en el amor, al cual hace referencia la canción de Conchita, sino en la amistad, en las relaciones familiares, etc. ¿Por qué de repente todo deja de tener sentido y la indiferencia se abre camino por donde antes circulaba el cariño en ambos sentidos?


Las relaciones interpersonales son complicadas, y más cuando hay lazos familiares, amorosos o amicales. Y cuanto más se dejan de lado, más cuesta retomarlas. El problema viene cuando están tan apartadas que simplemente se olvidan.


Está claro, la dejadez mata cualquier relación a cualquier nivel y hace que se pase de una estrecha conexión al mutuo desinterés. Si a esto le añadimos la pereza y el orgullo, tenemos el cóctel perfecto para que la relación acabe en el saco del fracaso.


Entonces, ¿existe alguna clave para detectar cuándo se está yendo demasiado lejos? ¿Hay posibilidad de salvación si eres consciente del abismo abierto? ¿Merece la pena luchar por algo que, aunque debiera merecer la pena, te da igual? ¿Por qué dejamos de querer, sentir, necesitar?


No hay comentarios: