jueves, 15 de mayo de 2008

... sobre el Gran Hermano real

Alguien me dijo que el mundo de hoy es un Gran Hermano real. Siempre estás vigilado por alguien o por algo, incluso cuando piensas que nadie te ve. Y no pude estar más de acuerdo. De hecho, y para muestra un botón, siempre bajo la persiana de mi habitación cuando llega la noche y hay que dar la luz porque me aterra el hecho de que alguien me vea. Sí, es absurdo, lo sé, sobre todo cuando vives en un octavo, sin ningún edificio enfrente y tu ventana da al infinito... pero no puedo remediarlo. Creo que me moriría si tuviera que vivir en uno de esos "megapisosparamegarricos" tipo Nueva York con un ventanal inmenso como pared...



En Madrid ha habido mucha polémica con la instalación de cámaras de vigilancia en algunas calles, cosa que ni me va ni me viene porque, total, para una vez que pasas por ellas, perdida entre las masas... Pero el otro día asistí a un momento más que representativo en cuanto a vigilancia se refiere. Situémonos: lunes, 9:30 de la mañana, Cercanías Atocha-Nuevos Ministeros. Medio vagón dormido (es lo que tienen los lunes...), y en un grupo de cuatro asientos veo a una joven apoyada contra la ventana completamente dormida. Enfrente, un hombre de mediana edad con un móvil en sus manos. Hasta aquí todo normal... hasta que vi que ese hombre estaba grabando a la joven durmiente! Esa chica inocente, que seguramente se dirigía a su lugar de trabajo, de repente es protagonista de un video de un hombre desconocido que decidió que lo mejor que podía hacer un lunes por la mañana era grabar en video a una anónima que descansaba plácidamente en su asiento.

Por todo esto, yo me pregunto, en un mundo en el que estás constantemente vigilado, ¿es posible la libertad? ¿Tenemos derecho a retratar a personas anónimas que en ningún momento quisieron ser objetivo de una cámara? ¿Deberíamos tener miedo de que en cualquier momento veamos un video nuestro en YouTube? El desarrollo de las nuevas tecnologías es alucinante pero, ¿dónde está la barrera que separa su increible proyección de la protección de la intimidad?

4 comentarios:

Cardesorden dijo...

Joe qué miedo! últimamente estoy rodeada de locos... yo también he llegado a esa conclusión con otra historia de "observadores ilegales" que algún día, cuando te dignes a pasarte por Getafe con o sin pinturas, te contaré xDDDDD

Belens dijo...

Carmencita!! Quiero conocer tu historia de "observadores ilegales"!!! Vaaayaaa... voy a tener que pasarme por Getafe...
Avísame si pasa algo interesante por lo que merezca la pena el pintarse la cara bien sea de azul/blanco o de cualquiera de los otros colores que venían en el pack de los chinos... que le tenemos que sacar un rendimiento, mujer! Ya lo verás... el día menos pensado me presento allí a darte la brasa.

Besitos, wapa!!

Made dijo...

Menudo debatazo el que nos planteas, Belenchurri...

Yo apuesto porque nos tengan vigilados. Creo que en el fondo, si no hacemos nada malo, todo lo que nos puede reportar es positivo. No olvidemos que muchas veces faltan pruebas para justificar aquellas cosas que queremos denunciar.

Así que mi posición queda dicha. ale... viva Móstoles!

Belens dijo...

Por supuesto que la vigilancia, si es positiva, es buena. De hecho, soy de tu misma opinión: sólo debes preocuparte por ella si haces algo malo.

Pero lo que más me preocupa es esa vigilancia "oculta" en mentes desviadas o en locuras transitorias... ¿por qué tiene alguien (anónimo, para más inri) que grabarte en un móvil mientras estás descansando en un tren? ¿qué hará ese personaje con esas imágenes? ¿con qué derecho un/una cualquiera puede hacerte fotos en un vestuario y luego difundirlas? Creo que ahí está el problema... porque el voyerismo ha existido siempre, pero dentro de un concepto más "personal", no "global" como ocurre ahora con internet.

Por cierto... qué vivaaa!! ;-D