jueves, 3 de julio de 2008

... sobre un grupo de chavales que ha ganado una Eurocopa

Decía Gary Lineker que "el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y SIEMPRE GANA ALEMANIA". Pero este mítico delantero inglés no sabía de lo que eran capaces los españoles, la furia roja, porque el pasado 29 de junio NO ganó Alemania, sino ESPAÑA.

La alegría se desbordaba a eso de las 22:30 de la noche, cuando el árbitro pitó el final del partido y el gol de Torres daba el triunfo a una joven selección cansada de lamentos y convencida de que podían ganar la Eurocopa, de que esta era la suya.

El punto de inflexión fue, sin duda, el partido contra Italia. La agonía de los penalties se convirtió en una explosión de rabia contenida, en un grito unánime que pedía un hueco en la historia. Una historia que comenzó a escribirse con las paradas de Iker... San Iker... y que fue firmada por 23 chavales y un Sabio un caluroso domingo de junio.

Si analizamos las claves de este éxito, yo destacaría dos muy importantes:


- El equipo: un grupo joven, sano, unido... que ha sabido confabularse contra aquellos que no creían en ellos para reivindicar que la unión hace la fuerza y que, sin ningún elemento desestabilizador, un grupo puede llegar a lo más alto. Sin líderes-estrellas, esta selección ha sido campeona. Y da gusto ver cómo se lo pasan juntos, cómo disfrutan, cómo se conocen... en definitiva, lo que pasaría en cualquier grupo de amigos. Chavales en la veintena que han sabido reinventar una selección de la mano de un "abuelo" que ha logrado reconducir el devenir del equipo nacional y hacerlo campeón. Creo que no hay que ser muy lince para detectar que el origen de este espíritu se encuentra en la selección de baloncesto que tan buenos momentos nos ha dado y que supuso un golpe para la de fútbol, llena de estrellas pero sin éxito alguno. Y, para más similitudes, ¿acaso no es Casillas el Gasol en este equipo? Son los mejores pero no alardean de ello. Eso los hace más grandes aún.


- La cobertura de Cuatro: para quitarse el sombrero... imposible hacerlo mejor. Ha sido capaz de movilizar a la masa, de llevarla a Colón (la plaza roja?? Quién nos lo iba a decir...), de hacer que sacáramos camisetas rojas, de combinar fútbol con espectáculo y de hacer que todos gritáramos a la vez aquello de PODEMOS. La pasión que ha puesto Cuatro en este evento es digna de recordar y de envidiar, sobre todo por la que supuestamente es la cadena de todos y que jamás hubiera sido capaz de lograr ni una ínfima parte de lo que Cuatro ha hecho en este campeonato. Lo dicho, un diez.

Muchos dicen que es vergonzoso que la noticia más importante de estos últimos días haya sido la victoria de la selección mientras estamos ahogados por la crisis económica. De hecho, consideran que estos eventos no son más que el "pan y circo" que popularizaron los romanos. Pues a todos esos les digo que ¡viva el pan y el circo!, porque estas alegrías colectivas sirven de catarsis para todo el país y divertirse en tiempos de crisis también está permitido.

Por primera vez he escuchado a la gente cantar con orgullo eso de "yo soy español, español, español" y he visto a miles de personas lucir banderas españolas sin otro sentido que el sentirse parte de un país. ¿No es eso un éxito?

Por fin se acabó el "jugamos como nunca y perdemos como siempre". Ahora tenemos una selección en la que confiar y, si continúan haciéndose bien las cosas, las miras están puestas en un objetivo aún mayor: el Mundial de 2010.

Por primera vez en mi vida puedo decir con la cabeza bien alta: Brasil, prepárate.


Gracias chavales.

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